Si vas a conducir, no uses el celular
Al otro lado del celular suenan tres, cuatro y hasta más tonos.
Y al momento salta el ya conocido mensaje: «bienvenido al correo de voz, por favor deje un mensaje después del tono, para terminar corte o presione uno para más opciones…»
Ese mensaje salva vidas. Tener el teléfono apagado salva vidas.
Dejar el teléfono apagado o el simple hecho de no tomarlo mientras conducimos salva vidas. Y la pregunta es: ¿ha pasado el celular de ser el mejor amigo del hombre a ser su peor enemigo? La respuesta es no, pero las cifras en carretera son preocupantes…
Tenemos un problema con el Whatsapp y el uso del celular para la seguridad. En el mundo hoy se habla de Movilidad Segura y Sostenible.
Las distracciones al volante se han cobrado la vida de muchas personas, la más habitual el uso del celular. Al ser consultados muchos conductores reconocen haber hablado sin manos libres, leído mensajes o consultado las redes.
Los años han dado al celular un uso cada vez más protagónico. Además de las llamadas, el celular tiene otros usos: GPS, hacer fotos, reservar hoteles o mesa en un restaurante, buscar estaciones de servicio … “Son utilidades que podrían parecer seguras, pero que entrañan serios peligros. Cualquier manipulación del Smartphone durante la conducción supone un riesgo, así que el uso de sus funciones complementarias debe evitarse con el vehículo en marcha. Ese es también el espíritu de la norma actual”, apunta Cristian Bardají de DGT España.
Según la UNASEV del 1 de enero al 31 de diciembre del año 2022 (datos preliminares), resultaron lesionados por siniestros de tránsito un total de 25.154 personas. Esto implica un promedio diario de 69 personas incluyendo heridos de cualquier entidad y fallecidos. Del total de lesionados un 1,7 % fallece, un 12.6 % resulta con heridas graves y un 85,7 % resulta heridas leves.
De acuerdo a la Asociación Civil Luchemos por la Vida «según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, aunque sea manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir: no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor.»
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