Prof. Dr. Julio Medina: “Nos tenemos que preparar para la sociedad del metro y medio”
Como colectivo médico debemos apelar ante estos cambios vertiginosos a tomar las mejores decisiones de forma inteligente y práctica. El mundo entero está aprendiendo sobre la marcha. Por eso debemos tener conciencia social.
La sociedad deberá entender que hay una razón ética detrás de todas las medidas (distanciamiento social, autoaislamiento,etc) y que practicando la virtud de la autodisciplina estaremos colaborando; señala el Consultante en Infectología de CAMOC Prof. Dr. Julio Medina.
La humanidad ha tenido diversas pandemias ¿Cuál es la diferencia con el Covid-19?
Las pandemias que tuvimos en el siglo pasado son por patógenos más conocidos, influenza y VIH Sida. En este siglo tuvimos la influenza pandémica 2009. Eran virus conocidos. La particularidad hoy es que esta es la primera pandemia por un coronavirus nuevo. Conocíamos cuatro del siglo pasado que solo causaban infecciones respiratorias altas, leves, y este siglo teníamos dos coronavirus nuevos.
¿Cómo es el virus actual?
Es el Sars-CoV-2, es un virus nuevo, primera pandemia en la humanidad identificada por coronavirus. Es extremadamente transmisible, logrando diseminarse globalmente a más de 200 países en muy poco tiempo.
¿Su origen se enmarca a la relación de seres humanos con animales?
Seis de cada diez virus que emergen en la humanidad están vinculados a un reservorio animal, son enfermedades zoonóticas. Este virus realizó un salto inter especie. El virus estaba en un murciélago, pasó a un mamífero intermediario y de este hace un salto hacia los seres humanos. Allí se adapta y comienza transmitirse entre personas, lo que genera en un brote epidémico para luego convertirse en una pandemia.
A mediados de diciembre la comunidad científica estaba en conocimiento del riesgo que estábamos expuestos ¿por qué los gobiernos demoraron en tomar medidas?
Cada tantos años tenemos una pandemia. La anterior fue en el 2009 y es probable que en los próximos diez años tengamos otras. Los países como Alemania, que fueron los que mejor respondieron, ya tenían un protocolo de respuesta. Habían hecho un ensayo de lo que tenían que hacer si tenían un virus pandémico en su país. Reaccionaron rápido porque tenían la hoja de ruta a seguir.
¿Qué pasó en países como España o Italia?
Reconocen que no supieron leer el problema que estaban enfrentados.
Conociendo esto desde diciembre, ¿Uruguay no perdió tiempo en prepararse?
No perdió tiempo. Sí desde finales de enero todos sabíamos en Uruguay que este virus tenía capacidad pandémica. Sabíamos que tenía capacidad inter humana, que esa capacidad es de una alta transmisibilidad. El virus se transmite el doble de eficiente que la gripe. Genera además una tasa de severidad bastante importante. Un 20% son infecciones severas o críticas.
Nosotros tendríamos que habernos preparados por lo menos en febrero.
¿Y qué sucedió?
No hubo una preparación adecuada en ese mes de febrero. No se generaron protocolos adecuados para responder en las fases en donde las cosas iban a ocurrir. Eso sucedió en varios países del mundo y también en Uruguay.
¿Qué consecuencia tuvo?
La respuesta fue mucho más lenta en varios países.
El 11 de marzo fue declarada oficialmente por la OMS la nueva pandemia SARS-CoV-2 (COVID 19), Uruguay tiene su primer caso 48 horas después de esta declaración ¿cómo nos encuentra?
Los casos ya estaban varias semanas antes. El 13 de marzo lo que se diagnostica son los primeros casos. El mismo día se declara la emergencia sanitaria en el país y empieza la estrategia de confinamiento que tuvo muy buena respuesta.
¿La metodología utilizada para realizar los test es una fotografía de cómo el virus está contagiando a parte de la sociedad?
El testeo en nuestro país ha sido el adecuado. No podemos compararnos con otros países porque están en fases distintas de la pandemia. En Gran Bretaña cada tres test que hacen uno da positivo. En EEUU cada 5 test que hacen uno es positivo. Uruguay necesita hacer 50 test para encontrar uno positivo e incluso hay días que se necesitan realizar 100 para encontrar uno.
¿Esto que indicaría?
Indica que la búsqueda está siendo bastante amplia para poder encontrar un caso. También lleva a otra lectura. El virus desde hace varias semanas no tiene una diseminación importante a nivel comunitario. Esto la explicación lógica es confinar a la población. Al disminuir el contacto social a través de la cuarentena el virus no se transmite tan eficientemente.
Cuando usted habla del distanciamiento social ¿qué nos está diciendo?
Que es algo que vamos a tener que vivir. La forma en que percibimos nuestros vínculos cambiará. Nuestra forma de interactuar socialmente es necesario que cambie.
¿Cómo interactuar entonces en un baile, en un partido de fútbol, en una fiesta social?
Eso no se va dar durante mucho tiempo. Estamos muy lejos de volver a eso. Algunas cosas volverán, pero siempre a través del distanciamiento social. Los seres humanos vamos a tener que acostumbrarnos a estar a un metro y medio.
¿Por qué tenemos que acostumbrarnos a mantener esa distancia?
Porque no vamos a tener tratamientos eficientes por mucho tiempo. Tampoco vacuna eficiente por un tiempo prolongado. Tal vez un año o año y medio…
¿Cómo repercute esta nueva realidad en los sistemas de salud?
Hoy lo importante es tener tiempo para que los sistemas se fueran adecuando a la nueva realidad. Aquí en CAMOC aumentamos la capacidad de las camas de CTI en más del 50%. Las camas en cuidados moderados en más del 30%. Se aumentó la capacidad para internar, para recibir pacientes en terapia intensiva. Se logra conseguir insumos para que esa capacidad sea eficiente. También entrenar al personal de salud. Se busca ser ingenioso para desarrollar distintas estrategias con equipos de protección personal adecuados. Todo eso se ganó cuando “compramos” tiempo, como sucede ahora.
¿Qué va pasar con el sistema?
Que ya hay una disponibilidad de camas de terapia intensiva en nuestro país. Seis de cada diez camas de terapia intensiva están libres y preparadas para recibir una ola de pacientes que puedan ponerse severos o críticos. El sistema de salud determinará la movilidad social.
¿Qué impactos puede tener esta forma de vivir en aspectos como los sentimientos, la angustia, la alegría, la soledad, la compañía?
La humanidad está reflexionando sobre estas preguntas. El vínculo con los adultos mayores, en sociedad, en el barrio, con los amigos. El trabajo.
¿Cómo imagina los salones de clase con treinta o cincuenta alumnos en local? ¿Volveremos a esas rutinas?
Eso dependerá de la evolución de la epidemia y el distanciamiento social en los colegios, que tan ventilados son y qué época del año vivimos. Las reuniones entre personas van a tener que mantenerse en la llamada “sociedad del metro y medio”. Todo lo que hagamos tendrá un distanciamiento social para no darle la oportunidad al virus que se transmita.
¿Cómo conseguimos eso?
Manteniendo el distanciamiento social, una buena higiene de manos, una etiqueta de tos, usando una máscara cuando estamos en lugares cerrados. Cada uno de nosotros tiene un rol importante en esta pandemia para ir moderándola.
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